Tu voz es suave
como la brisa de la mañana,
que hasta parece
que te acaricia al escucharla.
Tu voz, madre mía,
me llega al alma
y no me canso de escucharla.
Es como un apoyo
que necesito por la mañana
cuando la escucho,
todo se llena de luz y calma.
Tu voz es suave
como el murmullo del agua clara.
Lo que daría todos los días,
por escucharla.
Tu voz, madre mía,
me llega al alma.
Tu hija Chon.
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