Brisa de Gredos es nuestra mentora, es la razón de este blog, y es la autora de todos y cada uno de estos poemas. Quisiera dejarlo claro porque Beni y yo misma, Quimey, no somos más que sus afortunados elegidos para caminar con ella en este camino tan bello que es la poesía de su viva voz desde la Sierra de Gredos. A través de sus versos y desde la belleza del Alba, Brisa de Gredos nos invitará y también a vosotros, venid todos los amigos que queráis, no os arrepentiréis, a este inolvidable paseo a través de de todos los paisajes y estaciones emocionantes, sencillos y repletos de magia que podáis imaginar.

Gracias, Alba, por tan hermosa invitación. Eres una amiga imprescindible en mi vida.



Quimey.



domingo, 23 de mayo de 2010

Campesino amigo



Campesino amigo,
qué triste es tu vida.
Siempre trabajando,
se pasan tus días.
En cuanto amanece,
estás preparando arados
y yuntas estás enganchando.
Todo el día arriba y abajo.
Detrás de tu arado,
hasta que tu espalda
te deja encorvado.
Luego con tu azada
y tus propias manos,
cortando la tierra
para poder sembrar.
Ya está anocheciendo
y has terminado,
arrastras tus pies.
Te marchas cansado,
ahora esperas la semilla
que ya está brotando,
pensando si el tiempo,
será bueno o malo,
si vendrá la lluvia,
para poder regarlo,
o si el fuerte sol
te lo irá abrasando
y siempre del tiempo
estás preocupado,
pero el campo
es así ingrato.
No le importa nada
todo tu trabajo
y por eso amigo,
estoy de tu lado.
Yo soy campesina,
me crié en el campo
y a mi padre vi
siempre trabajando
para que comiéramos
todos mis hermanos.
Y aunque él haya muerto
yo sigo añorando
los hermosos años
que juntos pasamos
cuando yo le veía
a él trabajando
y a las mariposas
yo iba cazando.
Y cuando en la siesta
estaba cansado,
se tumbaba un rato
a mí me decía:
“Paloma, acuéstate un rato”
Yo esperaba
a que se durmiera
y mis mariposas
seguía cazando.
Ahora miro atrás.
Los años han pasado.
Él se fue para siempre,
no me he acostumbrado,
a vivir sin él,
le sigo añorando.
Por eso al campo
yo le quiero tanto,
porque en él pasé
mis mejores años.
Cuando estoy en él,
cierro mis ojos
y siento su voz
que me dice:
“Paloma, acuéstate un rato”.


Tu hija Paloma.
Publicado el 13 de abril de 2010

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué blog tan hermoso, Alba. Repleto de amor hacia todos, me emociona leerlo hasta llegar a las lágrimas. Es toda la historia de tu familia y los amas con todo tu corazón. Yo quiero ser así. Porque eso se palpa en estas letras, en cada verso.
Lo he leído entero. Y tu corazón desborda las palabras.
Gracias por hacerme partícipe, amiga.
Un gran abrazo.