Kirsa, mi hija mayor,
mi primera muñequita,
con sus hermosas coletas
y su cara pecosita.
Nunca quise que creciera,
igual que Campanita.
Que no me dejara sola
y me dijera “mamita”.
Como cuando era chiquita
y cuando algo la asustaba
y me llamaba “mamita”
yo la abrazaba enseguida
y la decía:
“Duerme,
que está aquí mamita”.
Ella cerraba sus ojos
y me daba su manita.
Ahora sola me ha dejado,
¿por qué creció tan deprisa?
Y aunque sea ley de vida
para mi será
mi primera muñequita.
Con todo el cariño de tu madre
Para mi niña, siempre Chon
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