Brisa de Gredos es nuestra mentora, es la razón de este blog, y es la autora de todos y cada uno de estos poemas. Quisiera dejarlo claro porque Beni y yo misma, Quimey, no somos más que sus afortunados elegidos para caminar con ella en este camino tan bello que es la poesía de su viva voz desde la Sierra de Gredos. A través de sus versos y desde la belleza del Alba, Brisa de Gredos nos invitará y también a vosotros, venid todos los amigos que queráis, no os arrepentiréis, a este inolvidable paseo a través de de todos los paisajes y estaciones emocionantes, sencillos y repletos de magia que podáis imaginar.

Gracias, Alba, por tan hermosa invitación. Eres una amiga imprescindible en mi vida.



Quimey.



lunes, 6 de diciembre de 2010

LA NIÑA DEL AMO

Era la niña del amo mi sueño
Secreto de pobre campero era su risa
Un reclamo y en el campo abierto quedé prisionero.
Ella no se da cuenta que su compañía
le esta consumiendo y que en una muerte lenta
la que alegremente me daba diciendo:
“Manuel llévate la jaca, Manuel dale de beber hazme un ramillete de
Flores de albaca para que san Antonio me otorgue un querer...”
En un laberinto de celos mortales
se fueron perdiendo mis cinco sentidos.
Hoy dice la niña:
“No está en sus cabales...”
Sin ver que ella misma la culpa ha tenido.
Manuel dime que te pasa.
A mí no me pasa nada.
Y me voy aun rincón de la casa
para que nadie pueda verme llorar
Hoy que la niña del amo
con un señorito por fin se ha casado
no pide flores, ni ramos, ni quiere favores del pobre criado.
Ya terminó la condena ,que lentamente me está marchitando:
no quiere verme a su vera;
pero en su si silencio me dice callando:
“Manuel llévate la jaca, Manuel dale de beber
hazme un ramillete de flores de albaca
para que san Antonio me otorgue un querer...”
Un laberinto de celos mortales
se fueron perdiendo mis cinco sentidos.
Hoy dice la niña:
“no esta en sus cabales”
Sin ver que ella misma la culpa ha tenido
Manuel llévate la jaca, Manuel dale de beber...
Hazme un ramillete de flores de albahaca
para que San Antonio me otorgue un querer
Manuel dime que te pasa a mí no me pasa nada
y me voy a un rincón de la casa para
que nadie pueda verme llorar...

Esto es lo que pasaba antes con los amos y los criados
que renunciaban a su amor solo por ser la niña de el amo.

Nota:
Esta copla que escuché en mi niñez, forma parte del rico cancionero español.
Alba.

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