Mombeltrán rodeado de montañas
con sus monumentos, su historia
que fueron gloria de España
con san ROQUE y su virgen
de la puebla y de los cielos,
que dieron nombre a este valle.
Barranco y sierra de Gredos,
villa de árboles gigantes
y del pino resinero
y del aire que se respira
desde el alto de los cerros.
Aguas frescas y cristalinas
que han nacido entre las matas
de tan limpio colorido
como si fueran de plata.
Corre, corre agüita clara,
que te esperan los pilones
para que los transeúntes
se lo lleven en bidones.
Cuna de árboles frutales,
de olivares y viñedos,
higos frescos y pasados,
castaños y aquí me quedo.
Un jardín lleno de flores
donde puedes disfrutar
y a la sombra del castillo
si un beso le quieres dar
a esa niña tan bonita
que a tu lado está.
Me llaman la presumida,
porque soy de Mombeltrán.
Si tu fueras de la villa,
presumirías aún más.
Al subir el Puerto del Pico,
volví la cara llorando.
Adiós pueblo de la villa,
que lejos te vas quedando.
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